jueves, 16 de octubre de 2008

yo soy Boecio autor de "la consolacion de la filosofia", y es mi conviccion que la historia es una rueda, "la inconstancia es mi escencia "dice la rueda, "elevate conmigo si asi lo quieres, pero no te quejes cuando vuelvas a caer en las profundidades, "los buenos tiempos se van, pero tambien los malos", la mutabilidad es nuestra tragedia, pero tambien nuestra esperanza", "las mejores epocas, como las perores siempre se iran"

Parece que la muerte resulta irreparable, o al menos cuando su palabra se convierte en un hecho insolente y advertido, ayer volví a descubrir porque amo tanto la literatura, la muerte había tirado sin ningún titubeo y desplomado a su víctima, y como un artilugio, de los escombros se ha levantado el poema.

Tal vez sólo sean transformaciones. Nacer o morir, infinitivos que se vuelven cotidianos en todas las bocas, navegan incógnitos entre el dulce y la nieve, sólo hace falta ver los rostros encogidos o la sonrisa para determinar adecuadamente la noticia…Los dos en el mismo precipicio, siempre con deseos de volver a la tierra, la rueda va a girar y habremos de estar en todos lados.

He querido engañarme, perdonar todo y resistir aún los llanos a los que he quedado ciega, resulta que al nacer no todos tenemos cuna. Quería hablar de él y he tenido que mencionar la muerte, ella siempre repite que ver la luz ha sido mi primer trauma, ahora estoy abajo y he vuelto a repetirme. No todo es igual, estoy dispuesta a cambiar los reflejos, he visto los huecos que dejaron las balas, tuétanos desiertos porque no te recuerdo, porque no estuviste, porque por eso sólo puedo decir esto de ti.

Un hombre salva la dignidad de otro con la única fuerza que le confieren las palabras, yo tengo esa fe retorcida y quiero ser su cómplice.

1 comentario:

Carolina Arévalo Camberos dijo...

súbele unos cuantos puntos a la letra que no alcanzo a leer nada.